Las diosas Minerva y Diana son hijas del poderoso dios Júpiter (como tantíiiisimos otros dioses y semidioses), sin embargo sus situaciones son muy diferentes: mientras que a Minerva se la conoce como “la luz de los ojos de su padre” y es parte de la familia principal de éste; Diana y su hermano gemelo Apolo son producto de una relación adúltera de su padre (como tantíiiisimos otros dioses y semidioses), viven excluidos de la familia principal y marginados por la esposa legal de su padre.

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Esto nunca significó mayor problema hasta que una seguidilla de eventos crean una rivalidad entre las dos diosas que terminan desafiándose a un duelo, en el que cuatro campeones las representarán en un combate. Diana, quien no cuenta con nadie que pueda aceptar este reto por ella, consigue la ayuda de cuatro “anemoi” (dioses de los vientos), poderosos y destructivos.

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Comienza entonces un combate con participantes de habilidades muy particulares y de contextos muy diferentes que dará lugar a un final inesperado. Una historia con todos los condimentos de un mitro greco-romano: interminables disputas familiares, batallas, humor (solo para los que se hayan reído con la Ilíada) y una amplia galería de personajes para todos los gustos.